Si alguna vez buscaste la definición de juguete sexual en internet te habrás encontrado con una serie de respuestas similares: un poco acotadas tanto en uso y significado. Me gustaría definir y desglosar un poco estas teorías porque, en mi opinión, un juguete sexual es mucho más de lo que leí.
Para definirlo mejor, la pregunta que deberíamos hacernos es la siguiente: ¿Qué es lo que a vos te da placer? En ese instante empiezan a resonar un montón de ideas, fantasías, sentimientos, partes del cuerpo… deseo. Todo eso abarca el mundo de los juguetes sexuales: es el universo en donde nos podemos tele transportar y conocernos solos o con un otro.
Qué importante es conocernos, es algo que remarco siempre. ¿De qué manera vas a disfrutar tu sexualidad a pleno si no te masturbas? ¿Cómo decirle al otro qué es lo que te gusta si vos mismo no lo sabes? Todo esto puede experimentarse con una amplia variedad de juguetes sexuales.
La búsqueda del juguete ideal
Hablando desde el auto conocimiento, una mano es una mano y un juguete es un juguete. Una no reemplaza ni es mejor que la otra. Ambas pueden volverse tanto adictivas como rutinarias. Teniendo en cuenta esto, uno empieza el camino del auto descubrimiento a partir de distintas sensaciones que puede darte un objeto. Esto puede suceder a través de vibraciones, ruidos, movimientos, presiones fuertes o más lentas. Puede ser un gran plan de cita contigo mismo investigar todas las posibilidades que se presentan en sus materiales: la suavidad de la silicona, “jelly”, vidrio para jugar con la temperatura frío-calor, piedras energéticas para explorar las cargas energéticas que libera tu propio cuerpo.
Hablando desde el conocimiento compartido, no hay mejor idea que iniciar la búsqueda de un juguete para una utilizar con tu pareja sexo-afectiva. Es un plan distinto. Hay muchísimos juguetes que se pueden utilizar con más de una persona al mismo tiempo y si no, siempre tienes la opción de masturbar a esa persona con un juguete y ser parte de disfrutar ese tipo de intimidad y placer. Expandiendo aún más las posibilidades, adentrase por el mundo fetichista, role play, kinky. El universo sexual jamás se acaba.
Entrando al universo del sex shop, ya sea de forma online o en un local, muchas veces lo hacemos con prejuicios, miedos, inseguridades, pero más que nada: tabúes y poca información. Para saber qué zona nos gustaría explorar hay que saber qué nos gusta para poder preguntar.
Si estas recién iniciando en este mundo, lo más recomendable es que empieces por algo chico, sencillo, fácil de usar. Para despertar el cuerpo dormido, empezar a sensibilizarlo debemos imaginarnos qué zonas erógenas nos gustaría explorar. ¿El cuello? ¿Las orejas? ¿Los brazos? ¿Los genitales? ¿Los pies? Toda zona donde podamos generar placer es válida de investigar.
Lo importante, dentro de la sexualidad, es que siempre te sientas cómodo y nunca te fuerces a hacer algo que no quieras, tanto en soledad o en compañía. La meta final no es llegar al orgasmo, sino todo ese viaje de poder auto descubrirse en todos los ámbitos que quieras.
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