Método Skin Cycling
Los últimos meses se viralizó en redes sociales el método del Skin Cycling para cuidar la piel. Se trata de un movimiento de skincare creado por una reconocida dermatóloga de Nueva York, Whitney Bowe. Todo apunta a que esta técnica será muy utilizada durante el 2023, ya que muchos profesionales avalan su efectividad. En esta nota pueden leer sobre la tendencia que aporta muchos beneficios al cutis y qué tipo de pieles deberían implementarlo.
En primer lugar, ¿qué es?
El Skin Cycling es una rutina de cuidado de la piel que tiene un periodo de cuatro noches. Los últimos años, hubo demasiada información sobre productos y tendencias, lo cual llevó a que muchas personas dañaran su piel por exceso de activos. Entonces, con esta nueva rutina, la idea es sacar provecho de todos los beneficios de distintos productos pero sin dañar la barrera cutánea.
¿Cuáles son sus pasos?
La rutina tiene cuatro noches donde cada día hay un objetivo distinto. Al finalizar el cuarto día, se repiten de manera cíclica los mismos pasos desde el día uno.
Día 1: exfoliación
En esta primera fase del ciclo, se debe usar un producto exfoliante. Pero no exfoliantes físicos, es decir, los geles que tienen pequeñas partículas, sino de los químicos, también conocidos como ácidos. No se asusten con esa palabra, al contrario de lo que pueden llegar a pensar, son más gentiles con la piel y tienen mayor efectividad. Son a base de hidroxiácidos como los AHA -ácidos glicólico, láctico, mandélico-, los BHA -ácido salicílico- y los PHA -gluconolactona y ácido lactobiónico-.
Día 2: retinol
En la segunda noche del ciclo se aplican los retinoides. Dependiendo del tipo de piel y si se está iniciando o no con este activo, se elegirá una marca determinada -porque hay más y menos fuertes-. Este es un producto ideal para consultar con una cosmiatra o dermatóloga para que recomienden el adecuado según las necesidades.
Día 3 y 4: renovación de la barrera cutánea
Los dos últimos días son clave. Luego de dos días de haber aplicado fuertes activos, es necesario un descanso con productos que protejan y recuperen la barrera cutánea. Para esto, es ideal usar serums que contengan los siguientes ingredientes: ácido hialurónico, niacinamida, centella asiática o probióticos. Luego, aplicar una crema nutritiva que contenga glicerina y también pueden ser ceramidas. Por último, se puede aplicar algún aceite facial si así lo desean. Evitar utilizar aceite de coco o de almendras comprados en una dietética. Deben aplicarse cosméticos con formulaciones hechas especialmente para el rostro.
¿Para quién es ideal esta rutina?
Para todo tipo de pieles, incluso para las más sensibles. De hecho, esta técnica fue creada como una forma “básica” de aplicar los productos. Es ideal para cuando se está iniciando con nuevas fórmulas y no sabemos cómo se van a adaptar a la piel. También para cuando alguien está interiorizándose en el mundo del skincare y todavía no sabe emplear ciertos activos. Esta rutina después irá variando dependiendo las necesidades de cada piel. Por ejemplo: si alguien sufre de puntos negros y acné, la exfoliación puede sumar más días, o para una piel madura se puede sumar más retinol. De esa forma la rutina se va adaptando a cada piel.
¿Y de día cómo debe ser mi rutina?
Por último, una de las preguntas más frecuentes es cómo hay que cuidar la piel en la mañana. La rutina de día debe incluir estos tres pasos: limpieza -para sacar todos los restos de producto de la noche anterior-, hidratación y protector solar. El último paso es esencial porque si no se utiliza protección todos los otros cuidados serán en vano. Además, si se usan ácidos y retinol por la noche y luego la piel se expone al sol puede dañar la barrera y también causar manchas. A esta rutina, se pueden agregar pasos extra como tónicos, esencias y serums. Para el día, se recomienda emplear vitamina C, ácido hialurónico, niacinamida y cualquier otro producto hidratante.
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