11/2/2023 - Entretenimiento y Bienestar

¿Somos adictos al trabajo o nos hacen?

Por María Belén Fariña Márquez

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11 meses de trabajo y 1 de vacaciones… 

Terminó enero y, con ello, las vacaciones, las ilusiones que nos hicimos durante 11 meses y que nos impulsan a seguir el arduo trabajo que tenemos durante todo el año. 

¿Cómo es posible trabajar durante 8 horas, 5 días a la semana, por 11 meses, para tener solo 1 mes de vacaciones? Realmente parece que los números no dan. Pero la verdad es que estamos acostumbrados a hacer mucho constantemente y ese único mes que tenemos de reposo, en realidad nos vuelve locos porque no tenemos responsabilidades que asumir. 

No sabemos aburrirnos, tenemos que estar siempre en la búsqueda de nuevas experiencias, actividades que podamos realizar, todo sea para superarnos y vencer el inexorable paso del tiempo. Pero el estar de vacaciones implica alejarse de eso, disfrutar el momento sin tener que cumplir con plazos, con compromisos laborales, con reuniones interminables que se podrían haber resumido en un mail, pero sabiendo siempre que ese reposo tiene una fecha límite que nos persigue. 

Y pese a que nos genera una gran ansiedad volver a trabajar por todo lo que ello implica, también nos genera una gran ansiedad la tranquilidad, porque nos agota no hacer nada. Y aunque a veces no lo confesemos o lo neguemos, estamos esperando volver a trabajar, volver a llenar nuestras horas de una manera productiva. Porque nos encanta nuestra profesión, nos complace ser valorados por un tercero y nos llena gratamente ganarnos nuestro propio sueldo. 

Pero, como todo en la vida, hay que darnos cuenta que hay momentos en los cuales debemos poner nuestro 100% y momentos en los cuales debemos desconectar y descansar, ya que cumplir con nuestras obligaciones es importante, pero es fundamental cuidarnos a nosotros y a nuestra salud mental. Por eso es valioso que durante nuestros horarios laborales tomemos pequeños recreos para, por ejemplo, pensar en otras cosas, tomar un poco de aire, comer y tomar algo. Lo mismo ocurre cuando nos vamos de nuestras oficinas, es importante marcar nuestro encuadre profesional y respetar nuestro tiempo personal, estando con nuestras familias y haciendo actividades que nos gusten. 

Aprendamos a disfrutar cada minuto de las vacaciones, aprendamos que no hacer nada también es hacer cosas por nosotros mismos. Porque en el momento en el cual empezamos a aprovechar las vacaciones en su totalidad, nuestro cerebro también lo hace y comenzamos a provocar las “hormonas de la felicidad”, produciendo así una disminución de nuestras ansiedades, gozando completamente y preparándonos para lo que resta de año.

¡A disfrutar lo que queda!

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María Belén Fariña Márquez

Hola, mi nombre es Belén. Soy Licenciada y Profesora en Psicopedagogía y Licenciada en Psicología. Actualmente, estoy trabajando como docente y tutora en el nivel secundario y universitario, además de atender pacientes.

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