¿Es la inteligencia artificial un riesgo para el arte y el periodismo o es un avance hacia un futuro incierto?

La inteligencia artificial y sus usos están más que nunca en boca de todos: tras la salida de herramientas como GPT-3 o DALL-E 2 mucha gente en redes sociales compartió sus opiniones tanto de las ventajas que creían que generaban estas tecnologías como las problemáticas que podría traer. Entre las ventajas que muchos destacan se encuentran la gran optimización en trabajo que tiene para programadores, la velocidad con la que vamos a poder hacer tareas que antes tomaban horas o el mero hecho de ya encontrarnos frente a una herramienta del futuro.

Pero entre las desventajas se encuentran cosas realmente preocupantes. Entre los más preocupados se encuentra la comunidad artística. Esta no solo está preocupada por sus futuros trabajos, sino por sus pasados, ya que, como explicaremos en mayor detalle adelante, las AI están potenciadas con bases de datos que los creadores llenan con arte que no les pertenece. Por ende, se está entrenando a inteligencias artificiales a recrear estilos que no son de ellos ni de sus creadores, sino de artistas cuyas obras son robadas de internet y puestas con y sin permiso en estos depósitos.

Por otro lado tenemos el periodismo, un ámbito que hoy en día provoca que el internet se llene de artículos que tratan ser el número uno en el SEO con artículos que parecen automatizados, que tratan noticias que pueden ser resumidas en una frase en más párrafos de los necesarios. Claramente las AI como GPT-3 tienen la capacidad de escribir artículos como los antes mencionados con tan solo una frase.

A lo largo de este artículo vamos a desglosar algunos de los ejemplos más recientes de cómo la inteligencia artificial ya está siendo utilizada para distintas cosas y cuales son las ventajas y desventajas de su uso, además de tratar de ver que puede hacer la industria del arte y del periodismo para salir adelante.

La Animación y La AI ¿Enemigos?

A finales de enero la página de Netflix Japón lanzó un corto de anime en Twitter. Este contaba con la peculiaridad de que todo el arte del fondo había sido creado con una inteligencia artificial. La justificación de Netflix fue que debido a una supuesta crisis en el área de la animación en cuanto a la cantidad de empleados disponibles. Estos dichos fueron recibidos de muy mala  manera por la comunidad de artistas. En sus comentarios estos recordaron como Netflix tomó medidas de despidos masivos en su departamento de animación, junto con la cancelación de varias de sus series más aclamadas como “Inside Job” o “Dead End: Paranormal Park”.

Esto lo único que terminó haciendo fue traer a la luz el cinismo de la compañía y despertar el miedo de que las distintas compañías empezaran a hacer lo mismo, y de que se empiece a preferir utilizar este tipo de herramientas por sobre el trabajo humano y realmente artístico. Justamente, en este momento la industria de la animación está viviendo dos realidades muy diferentes: Por un lado, tenemos la animacion post Spiderman Into The Spiderverse, pelicula que revoluciono todo lo que la industria venía haciendo, trayendo un estilo más fiel a una tira cómica y llevando los límites del medio al máximo. Esta inspiración fue luego continuada por películas como The Mitchells vs The Machines o la más reciente siendo El Gato Con Botas Y El Último Deseo.

Mientras tanto, al otro lado del arroyo tenemos a Disney, un estudio que tiene propuestas interesantes como lo fueron Turning Red o Strange World, la cual tuvo muy poco apoyo de marketing atrás. Estas películas de Disney traen fórmulas ya vistas y no evolucionan realmente la forma en la que lo cuentan, además de que no tratan de hacer nada con la animación que no se pudiera hacer tranquilamente en live-action. Esto termina por generar la idea de que estudios como Disney o Illumination, que ya suelen hacer películas que la crítica destaca por ser mediocres o poco inspiradas, terminan por utilizar la herramienta de la AI como un engranaje más en la máquina de hacer películas que son estos estudios.

El Periodismo y El Aula ¿Los robots atacan la redacción?

En estas últimas semanas GPT-3 provocó que varios periodistas y profesores se preocupen por el futuro de su trabajo. Una herramienta que escribe por ellos o por sus alumnos con solo poner una frase muy precisa ¿Sería eso capaz de robar lo que hace al periodismo lo que es? ¿Cómo serían capaces los docentes de distinguir entre algo generado por computadora de algo creado por un alumno?

Para esto último ya hay respuesta, ya que un alumno de la Universidad de Princeton creó una herramienta para detectar cuándo es que se utiliza una inteligencia artificial en una evaluación. 

Pero con respecto al periodismo ¿A un lector normal realmente le importa leer algo generado por computadora? ¿No debería ser la información lo más objetiva posible? Lamento informarte que estas inteligencias artificiales nunca son objetivas, sino que responden en base a una base de datos gigante, la cual no es equitativa, ni igualitaria, ni brega por los derechos humanos, sino que responde a aquello que sus creadores decidieron ingresarle. Hace poco sucedió con una inteligencia artificial que se popularizó en Twitter, la cual convertía imágenes reales en personajes de anime. Pero el problema surgio al ingresar gente de color en el programa. Este terminaba por hacerlos blancos (whitewashing) o transformarlos en monos. Esto se debía a que en su base de datos las imágenes ingresadas no le daban información a la computadora sobre cómo debía interpretarla imagen de manera correcta. Y este es un solo ejemplo de cómo aquellos que diseñan las inteligencias artificiales pueden sesgar su uso y alterar los resultados.

En mi investigación decidí preguntarle a chat GPT-3 sobre la objetividad de la inteligencia artificial y esto fue lo que me respondió:

Una Conclusión para Calmar las Aguas

Ante estas preocupaciones, decidí hacer una investigación sobre los grandes momentos de la historia en donde los avances tecnológicos pusieron en jaque al trabajo artístico. Y lo primero que a uno se le viene a la mente es la fotografía. Ésta cuando se creó y comercializó dejó a los artistas en un lugar complicado. Las personas ya no requerían de sus habilidades para recrear paisajes o hacer retratos, en cambio, con una simple foto podían hacer lo que a ellos les tomaba días o hasta meses, en cuestión de horas. 

Esto genero que muchos artistas pierdan su labor, pero también ayudó a que el medio como tal evolucione hacia otro lugar, un lugar unido más a la emoción y la mente de los autores, un lugar en donde autores como Rene Magritte o Basquiat pudieron desatar mucho más que lo que la realidad le pudo dar nunca a la fotografía.

Nadie tiene la bola de cristal para ver cómo es que la inteligencia artificial va a afectar al trabajo de miles de artistas y periodistas alrededor del mundo, pero si de algo podemos estar seguros es que esto va a mover el medio y va a lograr que los distintos medios evolucionen a más de lo que son hoy en dia.