El jueves pasado a las 21:00 horas la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner fue atacada en la puerta de su casa. En la historia, los magnicidios son un fenómeno bastante corrientes.
Existen diversos casos que pueden ejemplificar esto, siendo el más conocido y el disparador de la primera guerra mundial, el asesinato al duque Francisco Fernando en la actual capital de Bosnia, Sarajevo. Otros casos famosos son por ejemplo el asesinato a Kennedy en la capital texana de Dallas, mientras el presidente se encontraba realizando un desfile.
Algunos menos conocidos como el intento de asesinato a Napoleón III, cuando su atacante, Felice Orsini se convenció de que el emperador francés era principal obstáculo para la independencia italiana y la causa de las reacciones antiliberales en Europa y lo atacó con bombas a la salida de la Opera de París.
Sin embargo, este fenómeno que parece ser moneda corriente el mundo, en Argentina, por alguna razón o por otra, no se los tiene tan presentes. En el siguiente articulo analizaremos los episodios de intentos de magnicidios en nuestro país.
Domingo Faustino Sarmiento
El primer episodio de un intento de magnicidio a un ex Presidente de la República Argentina sucedió en 1873, y fue a Domingo Faustino Sarmiento. Mientras el presidente cruzaba las actuales calles Maipú y Corrientes en su carruaje, tres hombres se abalanzaron sobre el carro presidencial y dispararon sus trabucos. El atentado no fue exitoso, ya que uno de los sicarios cargo su arma con demasiada pólvora, haciendo que la misma explote en su mano y salvando la vida del presidente.
Los maleantes fueron detenidos e investigados, arrojando que quien los había contratado era López Jordán, quien a su vez había contratado a Seaburgo para que se encargara de la organización. A cambio de llevar a cabo el ataque, Seaburgo había prometido a los perpetradores 10.000 pesos y que serían liberados instantáneamente de la jurisdicción del poder judicial argentino; en preparación para esto, habían construido un barco en el puerto que los llevaría a Montevideo.
¿Por qué quería López Jordán asesinar a Sarmiento? López Jordán había sido una verdadera pesadilla durante toda la presidencia de Sarmiento, siendo el responsable de varios levantamientos que atentaron contra la paz en la provincia de entre ríos. Sarmiento había puesto fin a cada uno de ellos y cada vez consolidaba más su poder. Por eso, López Jordán, vio como la única alternativa para cambiar el rumbo de la historia y especialmente de las elecciones de 1874, un asesinato de ese calibre.
Julio Argentino Roca
El siguiente caso que encontramos es el de Julio Argentino Roca mientras ejercía el cargo de presidente. Cuando el presidente salía del Congreso, tras acabar la inauguración del vigésimo cuarto período de sesiones del Congreso Nacional, lo esperaba, como de costumbre, una muchedumbre en la puerta.
Sin embargo, esta vez, una persona resaltaría entre todos, y levantado una piedra de considerable tamaño arremetería contra la sien del presidente, quien tras unos segundos de convalecencia, se levantaría y caminaría con normalidad. El atacante fue luego identificado como Ignacio Montes, un correntino de 36 años. Monges dijo que quería al presidente muerto porque lo culpaba de la crisis política del país, que había durado más de un año.
Anarquismo
Durante la primera quincena del siglo XX, los intentos de magnicidio se volvieron más comunes, esto es así debido a que la inmigración trajo consigo varios ideales nuevos desde Europa, entre ellos, el anarquismo, una corriente de izquierda con tendencias violentas, que utilizaba el terror como una forma de enviar un mensaje político.
En estos años, dos presidentes presenciaron un ataque hacia su persona. Estos fueron Manuel Quintana y Victorino de la Plaza en 1914, ambos durante su mandato. Los dos atentos a estos presidentes fueron realizados con revólveres y ambos fallaron. Mientras que el disparo que tenía como destino a Manuel Quintana no se disparo debido a la intensa lluvia de ese momento, el disparo que tenía como objetivo a Victorino de Plaza, se desvío y terminó en una columna aledaña.
Hipólito Yrigoyen
El siguiente episodio a destacar fue el intento de asesinato a Hipólito Yrigoyen. Tras un año de haber asumido la presidencia, mientras se dirigía a la Casa de Gobierno desde su casa en la calle Brasil, su coche fue baleado 5 veces. El autor del crimen fue luego abatido por los custodios de Hipólito Yrigoyen. Solo resultó herido el jefe de la custodia de Yrigoyen.
Juan Domingo Perón
El siguiente intento de magnicidio fue a Juan Domingo Peron, quien recibió dos atentados en menos de 3 años. El primero de ellos durante un discurso en 1953, en un acto de organizado por la CGT, para apoyar el gobierno a pesar de que se encontraba en una severa crisis económica e inflacionaria. Mientras el General Perón pronunciaba su discurso, dos estruendos de bomba interrumpieron al presidente. Hubo cinco muertos y más de 90 heridos. Luego del estruendo, Perón incitaría al público a tomar represalias contra el atacante, lo que llevaría a una espiral de violencia, que terminaría con la quema del Jockey Club.
El 16 de julio de 1955, en el marco del golpe que derribaría el segundo gobierno de Juan Domingo Perón, varios aviones bombardearon Plaza de Mayo con el único fin de intentar asesinar al líder del partido justicialista. Debido a las tensiones políticas con el Ejército y la Iglesia, Perón había sufrido ya varios intentos de golpes. Sin embargo, ninguno con la planificación y virulencia de este golpe, que buscaba crear un clima de terror que desalentara cualquier tipo de resistencia popular. Así oficiales de la armada, civiles armados y dirigentes de la oposición junto con el apoyo de pilotos de la fuerza aérea arremetieron contra Plaza de Mayo. Más de 300 personas murieron ese día, pero el objetivo del ataque logró escapar ileso. Sin embargo, su gobierno terminaría siendo derrocado tan solo 3 meses después.
Raúl Alfonsín
El ultimo atentado a un presidente argentino antes de los hechos de la semana pasada, fue hacia Raúl Alfonsín. El ya expresidente de la República se encontraba en un acto de campaña en San Nicolás luego de haber tenido que ceder el poder de forma anticipada debido a la crisis económica. El hombre que intentó asesinarlo se llamaba Ismael Darío Abdalá. El mismo se acerco a 5 metros del escenario donde se encontraba Alfonsín y con un revólver disparó hacia la figura política.
Sin embargo, aun a pesar del estruendo, el arma falló gracias a que el tambor se atascó. Lo que le dio tiempo a su guardaespaldas a proteger a Alfonsín. El expresidente, una vez que se calmó el bullicio, agarro el micrófono y prosiguió con su discurso. Abdalá fue detenido, llevado a juicio, declarado inocente por razón de demencia mental y luego admitido en un hospital psiquiátrico. Más tarde, fue puesto en libertad.
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