13/4/2023 - Política y Sociedad

Cambio climático: Una oportunidad para repensar el sistema multilateral

Por Juliana Cortez Danese

Cambio climático: Una oportunidad para repensar el sistema multilateral

Las últimas décadas han sido testigos del cambio profundo y perceptible hacia una conciencia mundial respecto al alcance de los desafíos socioambientales. Esto se acrecienta por el hecho de encontrarnos en un sistema internacional que se reconfigura bajo numerosos centros de poder, donde comienzan a emerger una infinidad de actores estatales y no estatales para dar cuenta de ello. Pero ¿por qué las cuestiones ambientales deberían convertirse en un eje para las relaciones internacionales?

La evidencia científica indica que el cambio climático y sus consecuencias suponen graves amenazas para el ambiente y las comunidades. Puede ser visto, incluso, como una amenaza para la seguridad internacional en diversas formas, ya que afecta a la integridad colectiva. “Cuando el cambio climático seca los ríos, reduce las cosechas, destruye la infraestructura crítica y desplaza a las comunidades, exacerba los riesgos de inestabilidad y conflicto”, afirmó el Secretario General de la ONU Antonio Guterres durante una reunión convocada por el Primer Ministro del Reino Unido, Boris Johnson, para discutir la relación entre el clima y la inseguridad mundial.

El capitalismo ha redefinido históricamente las relaciones sociales y los intercambios con el ambiente, a través de la apropiación y explotación de los recursos naturales para la satisfacción de las necesidades de las comunidades crecientes. La interdependencia, en un mundo en el cual las variables climáticas podrían atentar contra esas satisfacciones, hace que trabajar colaborativamente sea la única alternativa.

El análisis geopolítico con el factor cambio climático pone de manifiesto los intereses nacionales y las estrategias que determinan las acciones de los estados. Sebastián Vigliero, docente y especialista en Relaciones Internacionales afirma: “Desde un punto de vista declamativo existe cierto consenso y cooperación para firmar pactos como el de París, pero a largo plazo siempre terminan siendo una puja de poder por el desarrollo de un país por sobre otro”. En esta línea, el “Reloj del Juicio Final (Doomsday clock)” -una metáfora que advierte qué tan cerca estamos de una catástrofe global- del Boletín de Científicos Atómicos, advirtió el debilitamiento de las instituciones y, por ende, del multilateralismo, en el que nos encontramos. 

Acuerdos internacionales como el de París -establecido para limitar la temperatura del planeta por debajo de 2°, con esfuerzos hacia el 1,5°-, en donde los Estados del mundo se comprometen a trabajar colaborativa y voluntariamente en materia ambiental, terminan impactando sobre su propia soberanía. Por citar un caso, la negligencia de las políticas de deforestación y los incendios ocurridos en Brasil, ha hecho que actores como Francia -con quien posee una frontera de cooperación común como la Guayana Francesa- inicien un conflicto diplomático para reorientar el camino de acción del líder brasilero, dado que estos no avanzarían en ningún acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur hasta tanto no se respetaran las condiciones ambientales establecidas en el Tratado de París.

Si bien los tratados internacionales climáticos no son perfectos, inician un proceso de reconversión de políticas. Obliga a la comunidad internacional a emprender alianzas y diálogos multilaterales que tiendan a marcar o establecer nuevos ejes de acción para hacer frente a los desafíos globales, lo que implica la generación de espacios de diálogo entre nuevos interlocutores: el ámbito público, privado, académico y la sociedad civil.  

En consecuencia, debemos pensar en un nuevo orden internacional que permita superar la centralidad de los Estados como únicos actores de poder, para comenzar a concebir un nuevo complejo multicéntrico que emerge de las relaciones internacionales. Una política que represente la suma de los esfuerzos de todos los actores involucrados.

Las problemáticas climáticas requieren de la aplicación de estrategias de políticas públicas, de procesos internos de gobernanza plural y participativa, que garanticen las voces locales y globales. En un mundo globalizado, de interdependencia con el clima, la biodiversidad y las personas, la construcción de consensos y de negociación internacional multilateral son la única alternativa que podrá ayudar a garantizar la protección del planeta y las comunidades.

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juliana cortez danese

Juliana Cortez Danese

Licenciada en Relaciones Públicas e Institucionales especializada en Sostenibilidad y Asuntos Institucionales, resultado de diversos estudios en la Escuela de Negocios de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), entre otras.
Actualmente, se encuentra cursando un Diplomado en Consultoría y Gestión Ambiental público-privado con acreditación internacional en Greentech, en donde fue becada por la Escuela de Management ECEMA, miembro del College de París.

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