Desde sus inicios, los medios de comunicación han desarrollado una cultura de la imagen en la cual se posicionó e idealizo lo que una mujer debería representar. Los medios masivos de comunicación nos inculcaron, a través de la publicidad como principal método de difusión, ciertos modelos y estereotipos de cuerpos, caras, trabajos a los que las mujeres deben aspirar a ser/tener/cumplir.
Los medios son componentes indispensables para nuestro día a día, sin ellos no solo estaríamos desinformados sino que también incomunicados. Las tendencias, modas, nos mantienen en una línea recta sistemática y los medios ayudan mucho a que todos permanezcamos dentro de este sistema. Durante décadas el mismo ha mostrado la figura femenina como delgada, piel clara, femenina, devota al hombre, ama de casa, madre, mujer-objeto. El rol femenino ha sido anclado a esquemas tradicionales e inferiores y para transformarla en lo propio y "lo debido" para una mujer de época. Con el tiempo, se incluyó a la mujer trabajadora, la mujer liberada pero aun así́ nunca se logró realmente salir del estereotipo básico y mostrar a la mujer real, y sobre todo la variedad de mujeres que existen: de toda clase social, raza, físico, personalidad.
El impacto de los medios de comunicación en los estereotipos de género: Un análisis crítico
El gran problema de la publicidad, los medios, el mundo cinematográfico y la pornografía, es que a través de ella se normalizan ciertas situaciones o creencias e indirectamente uno intenta cumplir para poder "pertenecer". Su función de fondo es difundir los mensajes para que normalicemos comportamientos y modelos sociales establecidos. Pero, establecidos ¿por quién? Por la sociedad patriarcal claro, por el mismo consumidor. La publicidad tiene como objetivo captar la atención rápida del quien la mira, si el quien la mira son los mismos hombres que mantienen la economía de sus hogares y llegan felizmente para que su mujer y madre de sus hijos le sirva la cena, la pregunta sería ¿quién va a contradecir o desafiar este modelo?. Los hombres dirigen su atención rápidamente cuando ven en sus propias televisiones, computadoras y revistas, estereotipos femeninos en exposición como objeto de deseo y placer.
Con la evolución de la voz femenina en la sociedad este tipo de publicidades fueron opacadas por ende hoy en día no son tan comunes como entonces, pero aun así el muestrario de estereotipos sigue estando y la diversidad de mujeres no se logra ver realmente. ¿Cómo luce realmente una mujer? Curvas, estrías, celulitis, rollos, granos, vello en la piel, todos estos son elementos normales que componen el cuerpo humano en ambos sexos. Los han censurado desde el principio para mostrar ese lado "perfecto", "saludable" y "estético" que todos deberíamos seguir y alcanzar.
El gran porcentaje de mujeres no se sienten identificadas con las modelos y los estereotipos que aparecen en revistas, televisión, publicidades. Esto genera que no solo una mujer no se identifique con las propias cosas que consume diariamente sino generan inseguridades y malestares en la propia autoestima y personalidad. Estas representaciones distorsionadas de la imagen corporal femenina pueden llevar a que las mujeres se sientan insatisfechas con su propio cuerpo.
El impacto de las imágenes de las redes sociales en las mujeres jóvenes: Una mirada más atenta a la imagen corporal y los cánones de belleza
¿Hasta qué punto afectan estas imágenes a las jóvenes de hoy en día? Las niñas que conforman las próximas generaciones se encuentran expuestas día a día (en más de una red social) a este tipo de contenido, donde se exponen cuerpos extremadamente hegemónicos, modelos, influencers, famosos, entre otros. Constantes perfiles de una vida y forma que queremos tener, o que deberiamos querer tener. Estos estereotipos hacen sentir inferiores a su público y llenan de inseguridades a muchas personas, dándoles a entender y normalizar que ciertas prácticas como por ejemplo, la depilación definitiva del vello de todo el cuerpo es necesaria para ser bella y limpia. Es de clave importancia elegir qué consumimos e incluir cuentas body positive incluso las que muestren el deporte desde un lado sano y motivador y no desde el lugar de “llegar a estar flaca”.
Les recomiendo leer el libro “Bellas para morir” de Esther Pineda.
Comentarios