10/3/2023 - Política y Sociedad

Nueva era de incertidumbre nuclear

Por Jeronimo Castro

Imagen de portada
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El conflicto en Ucrania y la nueva distribución de poder global

En los últimos meses el mundo se encuentra en constantes cambios en la escena internacional.

Conflictos armados, potencias ascendentes, países en crisis tanto de manera política como

económica, nuevas demandas y movimientos sociales, sin embargo, lo que acapara últimamente

la escena es el aumento de las tenciones en el conflicto en Ucrania. Tanto de manera verbal

como armamentística el enfrentamiento se encuentra en una constante escalada, lo que lleva a

que tanto Rusia como EEUU, y aliados, tomen posturas drásticas. Esto mismo da lugar a un

cambio en el paradigma global sobre el entendimiento de las relaciones de poder en el mundo,

donde ya el bloque occidental post guerra fría no es el único hegemón de poder, sino que ahora

los países en crecimiento o potencias en descenso buscan desafiar esta posición.

Una acción muy clara relacionada con lo mencionado previamente fue el discurso realizado el

martes 21 de febrero, en vísperas de cumplirse un año del inicio del conflicto en Ucrania, por

presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin. El mismo hizo alusión directa al

comportamiento de la OTAN y a la hipocresía de EEUU. Sin embargo, lo que más se destacó

entre sus palabras fue el anuncio sobre la suspensión de la participación de Rusia en el tratado

New Start o Start III.

Este tratado en sí se destacaba por la reducción y control de armas nucleares entre EEUU y

Rusia. El mismo se firmó el 8 de abril de 2010, entrando en actividad a principios de 2011

teniendo una vigencia de 10 años, pero fue renovado en 2021 hasta 2026. Este acuerdo surge

como continuación del Tratado de Reducciones de Ofensivas Estratégicas (SORT, las siglas en

inglés). Con el nuevo Start ambos países dieron por concluido el periodo de Guerra Fría y

superaron una serie de diferencias que no pudieron ser resueltas en los acuerdos pasados. Este

nuevo tratado se compromete a limitar en 1550 ojivas nucleares en el arsenal de cada una de las

partes, lo que suponía reducir el arsenal atómico en dos tercios de lo existente. El nuevo límite

impuesto establece una reducción del 30% de las ojivas listas para uso en relación con el SORT

firmado en 2002.

Es importante reconocer que para Rusia esta guerra no es menor, sino que es un conflicto

existencial que debe ganar, sin importar cuando tiempo tome o hasta donde deba llegar. Esta

postura es entendible tras el análisis del comportamiento de la potencia, basado en la teoría

realista en las relaciones internacionales. Putin busca ante todo la supervivencia de su estado, el

cual se vio amenazado por la expansión de OTAN en países del Este europeo, y el detonante fue

el intento de sumar a Ucrania al bloque occidental. A la vez existe un sentimiento nacionalista

muy fuerte en el país ex URSS, acompañado con el realismo y las características de su líder, que

llevó al empoderamiento de sectores más radicales los cuales ahogan y no dan lugar a voces más

mesuradas.

Sin embargo, el Mandatario ruso destacó que “Rusia no abandona, congela temporalmente” su

participación en el pacto. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia hizo eco de los dichos y

asegura que se cumplirá con las restricciones sobre las armas establecidas, pero no serán parte

de la exigencia de EEUU de supervisar sus arsenales nucleares.

En su discurso Putin no solo presentó la suspensión del acuerdo, también remarcó que el

objetivo del enfrentamiento en Ucrania va más allá de la región de Donbas, afirmando al mismo

tiempo que “Rusia defiende su casa”. A su vez, agregó: “cuantos más medios entregue

occidente a Kiev a largo plazo, más obligará a Rusia a alejar la amenaza por sí misma”,

haciendo explícito que la escalada del conflicto mismo se debe a los aportes de los aliados

occidentales a Ucrania y del doble discurso que llevan a cabo, dando un mensaje que buscan la

paz siendo ellos mismos los que alimentan cada vez más el enfrentamiento.

Tras el anuncio de la suspensión sobre la participación de Rusia en el tratado, se considera que

se derrumbó el último pilar del sistema de seguridad construido únicamente entre ambas

potencias en torno a sus arsenales, por lo tanto, no queda ningún acuerdo existente entre Rusia y

EEUU, y sus aliados occidentales, que limite o controle a los mismos en su desarrollo y

ejercicio nuclear.

Diferentes voces de líderes occidentales se hicieron presentes reconociendo como

“irresponsable” la decisión de Moscú, y que el líder de la nación debería reconsiderar su

decisión ya que “menos control de armas hacen el mundo más peligroso”. Sumado a esto, Joe

Biden el mismo día aseguró que “Ucrania nunca será victoria para Rusia” en su discurso en

Polonia.

Tras lo referido en los discursos y mensajes mencionados, se interpreta de cierta manera que el

conflicto en Europa del Este se encuentra en una escalada armamentística. La misma comenzó

con el envío de municiones, artillería y tanques, y hasta ahora no se conoce tal límite ya que con

el “congelamiento” del tratado se produjo el fin del control de la carrera nuclear entre las

potencias. Por lo tanto, nos encontramos en un escenario que cambia constantemente y que

presenta todo un cambio de paradigmas en la escena internacional.

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jeronimo castro

Jeronimo Castro

Hola, soy Jerónimo, asesor y parte del equipo de la dirección de información estratégica en la Jefatura de Gabinete de ministros del gobierno nacional.
A la vez también soy estudiante, arrancando un máster en economía aplicada y graduado en Estudios Internacionales, en la Universidad Torcuato Di Tella.

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