Evolución tecnológica y embriones a la carta

¿Un paso hacia la selección artificial?

El desarrollo cognitivo fue acompañado de una evolución paralela de la tecnología con la creación de armas líticas. Esto se correspondió con una retroalimentación positiva entre ambas: a mejor progreso lítico, mayor disponibilidad alimenticia proteica y, por ende, mayor energía para el crecimiento cerebral. Este crecimiento cerebral permitió a través de los años un mejor desenvolvimiento de los individuos en su ambiente, así como una mejor creación de armas líticas, reanudando el ciclo.

Actualmente, la tecnología se encuentra en pleno auge avanzando exponencialmente. Quizás no sería correcto postular que la evolución tecnológica supera a la del ser humano, ya que una dependería de la otra. Sin embargo, probablemente la tecnológica se encuentre un paso detrás de los límites establecidos por las capacidades cerebrales que este ofrece, ya que sea cual sea la tecnología, es creada con las bases en las que el ser humano entiende al mundo. ¿En algún momento se alcanzará y superará este límite?

Es probable que el mundo se encuentre hoy en el punto de inflexión decisivo. La evolución ya no solo depende de la adaptación del ser humano a su ambiente, sino que es facilitado por la ciencia aplicada. Por lo tanto, la tecnología disfrazada de ciencia aplicada abriría las puertas de la selección natural y superarían ciertos de sus condicionamientos conduciendo a una selección artificial:

• La aplicación de nacimientos por cesárea permite el nacimiento de fetos con cerebros prenatales mayores que no podrían hacerlo por parto natural.
• Los tratamientos de reproducción permiten dar una oportunidad de dejar descendencia a aquellos con complicaciones.
• Los avances biotecnológicos hoy permiten curar ciertas enfermedades y brindar una mejor calidad de vida a los pacientes
• La elección de embriones permite traer al mundo individuos cuya secuencia genética es seleccionada.
• Y en un futuro se estima la posibilidad de modificar genéticamente embriones humanos.

¿Qué caracteres serían los elegidos?

Imaginar tener la capacidad de seleccionar el nivel de inteligencia, la capacidad para destacarse en cierta actividad, caracteres físicos e incluso aspectos de la personalidad suena interesante. También podrían eliminarse enfermedades resultando ser una idea más atrayente que nacer heredando aquello codificado en el genoma de nuestros progenitores. Esto permitiría una mejora genética, introduciendo modificaciones genéticas “a la carta” (las que uno quiera y haya disponibles) y logrando la obtención de un resultado fenotípico específico (caracteres visibles expresados por el genoma).

El Proyecto Genoma Humano (2003), donde se secuenció por primera vez todo el genoma, y la utilización de tecnologías de edición génica como es CRISPR-Cas permitieron sentar las bases para el diseño de embriones a la carta si se quisiera. Y aunque se esperaría que cada quien elija distintos caracteres de interés, también es posible que se tienda a querer alcanzar una perfección estipulada bajo las bases sociales/culturales. ¿Hasta qué punto podríamos modificarnos? Podríamos inducirnos nuevas capacidades como respirar debajo del agua; podríamos diseñar individuos adaptados a determinados oficios: aquellos con mayor desarrollo muscular donde se necesite más fuerza, aquellos que puedan vivir en condiciones de poco oxígeno (en trabajos destinados a minería por ejemplo), podrían mejorarse las capacidades atléticas para aquellos destinados al deporte, podrían diseñarse también individuos con aumentos del desarrollo cerebral de determinadas regiones destinadas al razonamiento crítico o a la creatividad; incluso podrían editarse genes del desarrollo diseñando seres tan maleables como lo es una plastilina. Quizás la única limitación sea la imaginación y el mañana estaría inundado por un transhumanismo, una utopía no tan lejana en donde es el propio ser humano el dueño de su evolución, alejándose cada vez más de la selección natural en la que se encontraba sometido.

¿De qué manera impactaría la edición génica de embriones en la sociedad?

Si bien la edición génica en embriones sería un escenario ideal para nuestra evolución, solo un grupo pequeño tendría acceso a estas tecnologías y aquellos con acceso restringido deberían seguir destinándose al azar. Esto podría generar una división social formando dos grupos bien marcados entre aquellas “personas elegidas a la carta” con mayores capacidades y aquellas “personas convencionales”. Debido a esto y a que esta tecnología aún no se encuentra 100% desarrollada, hasta el momento hay ciertas regulaciones éticas en curso:

• En diciembre 2015 en Washington D.C., la Cumbre Internacional de la Edición Génetica en Humanos recomendó no detener la edición genética en humanos, pero sí evitar la investigación y los usos de embriones modificados para provocar un embarazo. Se decidió dar una pausa hasta que la comunidad biotecnológica perfeccione un marco regulatorio ético y seguro.
• En 2018 en China se anunció el nacimiento de los primeros bebés modificados genéticamente, dos gemelas resistentes al HIV, editadas por el investigador Hi Jiankui, enviado 3 años a prisión.
• En 2019 la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió un comunicado suplicando que las autoridades reguladoras de todos los países eviten los trabajos implicados en edición génica en bebés.
• Recientemente en julio 2021 la OMS postuló las primeras recomendaciones globales para la edición génica en humanos.

Si bien actualmente se permite la edición génica en humanos de manera regulada, en cuanto a edición en embriones únicamente se aborda la edición en determinados escenarios, por ejemplo, para fines de investigación. Quizás solo sea cuestión de tiempo para que los embriones “a la carta” sean una realidad no tan lejana.