En el año 1999 se empezaba a ver el principio del auge de lo que hoy llamamos la web 2.0, una web que permitía no sólo recibir información, sino que también mandarla y generar todo tipo de interacción en ella. Pero la realidad es que la mayoría de las personas y los usuarios estaban lejos de entender que era realmente la web 2.0 y como esta iba a cambiar nuestro paradigma entero de cómo usábamos la internet.
Corría el año 1999, y en una entrevista a David Bowie en el programa Spotlight de la BBC, se generaba uno de los debates más contundentes de lo que luego íbamos a llamar la web 2.0. En esta entrevista, el entrevistador trataba sin éxito de convencer a Bowie de que la “nueva” internet no era más que un nuevo canal de comunicación, similar a otros que ya existían. Pero Bowie, podía ver más allá de eso y explicaba que el cambio era aún más profundo, que la interacción entre emisor y receptor iba a ser tan in-simpatico, que la internet iba a tumbar totalmente nuestros conceptos de lo que significaba la comunicación y la digitalidad.
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En ese momento la gente veía la web 2.0 como la posibilidad de poder responder mails, tener sus foros, contestar posteos de redes sociales, y algunos más osados, en vender cosas por la internet. Pero estaban muy lejos de lo que la web 2.0 se terminó convirtiendo. En ese momento esos usuarios jamás se imaginaron que 15 años después uno iba a poder elegir productos de la tienda más cercana a su casa, y que esos productos iban a llegar de la mano de un desconocido, trabajando para un app en otro país, y todo esto sin usar un billete físico en el proceso. En esa época no se imaginaban que 15 años en el futuro, uno iba a poder conocer a su futura pareja y quizás el amor de su vida a través de una app de citas. Y mucho menos se imaginaron que 15 años después millones de usuarios alrededor del mundo salieron a plazas buscando pokemones digitales. En esas épocas no se imaginaban que la gente se iba a sacar “selfies” y usar orejas de perrito en la pantalla. En esa época ni siquiera se imaginaban un celular táctil, ni hablar de apps.
Así de primitivo eran los origines de la web 2.0, era todo un panorama por descubrirse, y aun así, surgieron aquellos que hoy llamó los “falsos profetas”, autores, científicos, economistas, tecnólogos que venían a decir que la web 2.0 era así o asa. Venían y contaban como un tipo de web era mejor que otra, contaban como las redes sociales eran inútiles y hasta algunos se animaban a juzgar a las posibles tecnologías táctiles en celulares. Algunos inclusive fueron tan lejos en decir que la web 2.0 no iba a poder vivir en los celulares, solo en computadoras. Todos equivocados por el pasar del tiempo, pero en su andar engañaron mucha gente a pensar como ellos. En mi recuerdo, mi padre que en paz descanse, era uno de esos, por años renegó contra las redes sociales argumentando muchos autores y científicos que hablaban de la inminente caída de las redes sociales y la pérdida de tiempo que representaban. Fue una cuestión de años y mi querido viejo estaba en todas las redes sociales, hasta un canal de YouTube tuvo. Este ejemplo, tonto, es solo uno de miles, y en esos ejemplos también hay gente que perdió dinero, oportunidad de inversión, de creación, e inclusive algunos perdieron la vida, o se olvidaron de la masa de suicidios del Y2K por el “colapso inminente de la tecnología”.
Hoy veo lo mismo suceder en la web 3, muchas noticias, vídeos y comentarios similares a “los NFT son una estafa”, “la caída de los metaversos”, “las crypto son una burbuja”, “todo esto de la web 3 no va a funcionar”, y así puedo seguir y seguir. Pero inclusive en cosas más pequeñas nos encontramos con estos falsos profetas: en comentarios como “ethereum es mejor que tal moneda”, “los NFTs de Solana son todos un robo”, “Decentraland no tiene chances como metaverso”, “la única criptomoneda es bitcoin”, “la AI nos va a sacar el trabajo”. Así se acumulan las críticas y las falsas promesas que nos bombardean día a día.
La web 3 está en pañales, y cuando digo pañales no hablo de esos para bebés de 2 años, hablo para bebés de 5 meses. Es tan nueva que realmente es imposible saber que va a pasar. Sin embargo, ya hay gente hablando de “que va a pasar en la web 3” con una certeza absoluta que asusta. Pero la historia y los hechos me llaman a denunciar a estas personas, no en un afán de atacarlos, pero si de prevenir a la gente que se encuentre con ellos, en ayudarlos a tener una mirada crítica y entender que falta un montón por venir todavía.
Los NFTs cayeron y ahora están en alza de nuevo, con muchos proyectos serios y pocos scams. Siguen apareciendo monedas fuertes. Alguna monedas como Solana que todos predijeron su muerte no para de recuperarse y ganar peso. Decentraland está más activo que nunca y cuando Roblox apareció todos criticaron que no tenía nada que hacer contra otros juegos, Roblox sigue más grande que nunca y Decentraland también. Estamos creando imágenes más originales y simplificando pasos en el trabajo gracias a la AI y me animo a predecir que muy pronto la AI no va a tomar tu trabajo, sino que realmente va a ayudarte a encontrar el trabajo que realmente querés. Podría seguir, pero creo que entienden mi punto, entienden que no voy a atacar ni condenar a nadie que haya hecho una “falsa promesa”, pero si vengo a decirles que están equivocados, porque ni yo que estoy escribiendo de web 3 y trabajo en la web 3, entiendo realmente que es la web 3 y eso está perfecto porque nadie puede hacerlo.
Al igual que en el nacimiento de la web 2 nadie se iba a imaginar que existiría algo llamado “apps” y que básicamente podían ser una multiplicidad de cosas, al igual que tampoco nadie se iba a imaginar que surgirían movimientos sociales que terminaron invadiendo el Capitolio de Estados Unidos a través de “redes sociales”. Nadie hoy se puede imaginar como va a ser la web 3 en 5 años. Y no solo hablo de cambios tecnológicos como las apps, hablo de cambios sociales, culturales y de en sí como nos identificamos como humanos. Hace 30 años una persona mirando la Palma de su mano por horas era raro, hoy es alguien mirando su celular, y esto nos afectó a un nivel planetario y de raza humana (o acaso no tienen dolores de espalda después por mirar tanto a la pantalla del celular). La web 2 cambió la humanidad por completo y mucha gente tuvo la osadía de decir que eso no iba a suceder, lo mismo sucede hoy con la web 3 y creo saber lo que va a pasar.
La única verdad es que la web 3 se está construyendo en este momento y si algo nos enseñó la tecnología a lo largo de la historia, es que está no para, desde que el hombre inventó la rueda, la tecnología no se detuvo y no da señales de que vaya a hacerlo.
Esto solo nos da tres lugares disponibles, el de la negación, pensar que sabemos todo y decir que esto no va a funcionar. El de la incredulidad como la de mi padre en dudar de todo escuchando a “falsos profetas”. O el lugar del curioso, de aquel que no sabe que va a pasar, pero está dispuesto a sumergirse en el tema para entenderlo.
Sean curiosos y no crean todo lo que los demás digan, porque la web 3 ya se mueve sola y no depende de lo que un profeta diga en Twitter o en YouTube. Y si estás leyendo esto, tenés suerte, porque llegaste temprano para el próximo cambio evolutivo de la raza humana, servite unos pochoclos con gaseosa, el show está por empezar.
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