Nanotecnología: ¿realmente sabemos que es?

Cada vez nos vamos familiarizando más con el término nanotecnología. Comienza a notarse en nuestra cotidianidad, en películas, noticias, entre otros. Pero, ¿realmente sabemos que es?

“La Nanotecnología implica comprender el mundo desde lo pequeño, para innovar haciendo construcciones con átomos y moléculas capaces de dar respuestas a las problemáticas socioeconómicas”

Si bien dada esta definición, no es necesario aclarar porque es uno de los pilares esenciales de las NBIC (Nano-, Bio-, Info- y Cognotecnología), vamos a ponernos un poco más en contexto.

En este mundo de lo pequeño, escala donde opera la nanotecnología, encontramos un nuevo mundo que va de 1 a 100 nanómetros. Es realmente complicado bajar a tierra cual sería esta escala, así que para lograr esto vamos necesitar un pelo. El diámetro de este rondara en los 100mil nanómetros, es decir, nos encontramos en una escala “invisible”. Como si esto fuera poco, todo aquello que conocemos adquiere otras propiedades, así nos encontramos con que el agua en realidad no es líquida y el oro no es dorado, entre otras sorpresas.

En realidad ¿es algo nuevo o simplemente ahora lo reconocemos como tal? Los primeros registros que tenemos de nanotecnología se remontan al siglo IV con la famosa copa de licurgo, una copa romana fabricada con vidrio dicroico, el cual se consigue al incorporarle una pequeña cantidad de nanopartículas de oro y plata dispersas en el mismo. Otra antigüedad, esta vez del siglo VIII, es el pigmento conocido como azul maya de origen vegetal, que se da gracias a una arcilla que posee cavidades nanoscópicas.

Podríamos seguir nombrando diferentes artículos y/o descubrimientos acerca de esta área cuando ni siquiera se conocía de esta. Pero, ¿Dónde encontramos hoy en día esta ciencia? La realidad es que la podremos observar en diversas áreas, las más conocidas, sin duda son:

Nanomedicina:

Se emplea principalmente para mejorar la calidad de vida de las personas, involucrándose en vacunas y nuevas drogas, incluso diseñando nanopartículas para diagnostico y tratamientos de enfermedades. Un ejemplo clave de esta área son los nanodeliveries, que consisten en pequeños aparatos que se cargan con una droga particular y pueden realizar entregas de forma controlada, un método muy útil para el tratamiento del cáncer.

Nanomateriales:

Definitivamente una herramienta para cualquier ámbito que necesitemos y queramos incursionar. Se pueden mejorar desde aditivos para concreto, dándole más resistencia y durabilidad a las edificaciones, hasta incluso mejorar los paneles solares mediante nanopartículas

Nanorobótica:

La primer área que se nos cruza por la mente al escuchar nanotecnología, pero con una idea errónea es la de un nanobot. No es exactamente un pequeño robot metálico como piensan la mayoría de las personas, más bien es una pequeña estructura capaz de ser controlada y trabajar de manera autónoma. Podemos encontrar varias aplicaciones para el nanobot, como el filtrado del agua o la desalinizacion de la misma, participando en el medio ambiente (siendo desde mi perspectiva una de las más interesantes) y demás. Ademas de esto, tienen la capacidad de luchar contra la contaminación o ayudar en la conservación de alimentos.

En fin, vale aclarar que este artículo no tiene como objetivo plantear las razones por las cuales la nanotecnología es elemental para la nueva revolución. Simplemente ansío haber despertado curiosidad suficiente para notar que las fronteras se expanden y proponen nuevos desafíos, esperando que alguno de ellos, solucione una de todas las problemáticas que se avecinan.